Joaquín Sabina sorprende con su música en el FICMaya 2013

  • El cantante español resaltó la importancia del Festival dedicado a la ancestral civilización.
Mérida, Yucatán.- Armado con un repertorio de lo más selecto de su creación, que incluyó temas como “Esta noche contigo”, “Peces de ciudad”, “Y nos dieron las 10” y “Por el boulevard de los sueños rotos”, entre otros, el poeta del rock, Joaquín Sabina, prendió el escenario musical  del Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2013.
El concierto reunió a cerca de cuatro mil personas que recibieron al cantautor español que mantiene una estrecha relación con la cultura mexicana por ser el primer país latinoamericano que lo acogió en su ya consolidada carrera de más de 35 años.
En punto de las 20:30 horas, el flaco de Úbeda pisó el escenario montado en el Salón Uxmal del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, vestido con traje sastre verde, playera morada y su característico bombín; le esperaban sus músicos de siempre: Pancho Varona y Antonio García de Diego.
Luego de interpretar “Todavía una canción de amor”, original del argentino Andrés Calamaro, Sabina destacó la importancia del FICMaya 2013 como escaparate de la ancestral cultura hacia el mundo, al tiempo que agradeció a su manera, con un poema, el haber tenido la oportunidad de retornar por tercera vez a Yucatán.
Ante un auditorio que coreaba y aplaudía al ritmo de sus canciones, el decano del rock reconoció la influencia que han tenido en sus composiciones autores e intérpretes mexicanos como José Alfredo Jiménez y Chavela Vargas, a la vez que exaltó el trabajo creativo del yucateco Armando Manzanero.
El momento emotivo llegó durante la interpretación de “Peces de ciudad”, pieza que evoca un amor perdido a causa del exilio, pero también se alca como una crítica al mundo actual que reverencia el mercantilismo en contraste con la espiritualidad.
Durante la presentación correspondió a Pancho Varona entonar “Conductores suicidas”, una de las canciones más enigmáticas del álbum “Física y química”, que le abrió las puertas a la popularidad en México a Joaquín Sabina.
Popular entre sus seguidores, la canción “Llueve sobre mojado”, que hiciera Sabina junto a Fito Páez, levantó el ánimo de los presentes quienes alzaron la voz a coro e incluso hubo algunos que bailaron.
Clásica de sus conciertos no podían faltar “Y sin embargo”, “¿Quién me ha robado el mes de abril?”, “Una canción para la Magdalena”, “19 días y 500 noches”, “Virgen de la amargura”, “Princesa” y “Medias negras”.
Pasadas casi dos horas del concierto, los músicos dejaron el escenario sólo para retornar minutos después de escuchar el clamor del público que deseaba más temas.
Con un poderoso y controlado riff de guitarra eléctrica, de nueva cuenta Pancho Varona acompañado de Antonio García de Diego, interpretó “El caso de la rubia platino”, que en sus estrofas finales fue completada por Joaquín Sabina.

Así, dieron paso a los románticos pero desgarradores temas “Noche de bodas” y “Contigo”, para despedir la velada con el sarcasmo de “Pastillas para no soñar”.

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