- Acompañados de autoridades del DIF Yucatán, más de 250 niñas y niños, recibieron juguetes de Santa Claus
Mérida, Yucatán.- Tras un conteo regresivo para el encendido
del árbol navideño más grande del país, José Canul Chan fue el primero en
entrar al área de espectáculos de Fantasilandia donde junto con más de 250
niñas y niños vivió una Navidad diferente con el apoyo del DIF Yucatán y
Coca-Cola.
La presidenta del Patronato del DIF Yucatán, Sarita
Blancarte de Zapata y su hija Monserrat, atestiguaron el momento en el que
Santa Claus entregó juguetes a los infantes provenientes de 19 municipios, desde
el oriente hasta el sur de la entidad, quienes observaron presentaciones de
baile y aplaudieron al ritmo de “Navidad rock", "Blanca
Navidad", "Santa Claus llegó a la ciudad" y "Noche de paz”.
Acompañada del director general del organismo, Limber Sosa
Lara, la esposa del gobernador Rolando Zapata agradeció a la empresa
refresquera la oportunidad que brindó a las niñas y los niños que, sin importar
las horas de viaje, regresaron a sus hogares con una gran sonrisa por haber
convivido con otros compañeros de municipios vecinos y con experiencias para
contar a sus papás.
Al grito de "¡Feliz Navidad!”, las y los visitantes de
Mayapán iniciaron la recepción de regalos y se tomaron fotografías con el
famoso personaje de traje rojo y barba blanca, quién llegó escoltado por sus
duendes y Rodolfo el reno, para dar obsequios a infantes de Hunucmá, Cuncunul,
Chacsinkín y Tzucacab.
Menores de Cansahcab, Chankom, Dzilam de Bravo, Espita,
Halachó, Izamal, Kanasín, Maxcanú, Santa Elena, Teabo, Tecoh, Tekax, Telchac
Pueblo, Tixméhuac y Tizimín, también tuvieron
acceso gratuito a los juegos mecánicos, además de antojitos como marquesitas y
esquites.
A uno de los invitados a la iniciativa Regalando Sonrisas,
Pedro Balam Kú, originario de Dzilam de Bravo, le tocó un camión de tracción,
mientras que a su hermanito Carlos, una figura de acción de Max Steel.
Me gustó mucho ver a Santa y tomarme una foto con él; este camión se parece mucho a uno que quería”, dijo el pequeño de seis años de edad, lleno de emoción y alegría.
De igual modo, los luchadores Danger Boy compartieron con
los presentes las anécdotas más representativas de su infancia y resaltaron
valores como la unión familiar, el amor hacia los demás y la importancia de la
Navidad, más allá de los regalos, así como la importancia del hábito de hacer
ejercicio y tener una buena alimentación.
Durante esta tarde, las atracciones más concurridas fueron
"el gusanillo", “twister", los carritos chocones, el carrusel,
brincolines y juegos de destreza.
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