- Es relativamente común entre los ancianos y puede deberse a la retención de líquido o a la inflamación de tejidos o articulaciones que tienen una lesión o una enfermedad.
“La hinchazón de las piernas producida por la retención de
líquidos en los tejidos de las extremidades inferiores se conoce como edema
periférico”, comentó el Dr. Robert McBane, especialista en Medicina Vascular de
Mayo Clinic. El edema ocurre cuando algo perturba la forma en la que el cuerpo
equilibra los líquidos, y eso provoca una fuga de líquido hacia los vasos
sanguíneos más pequeños y su acumulación en los tejidos circundantes. Además de
la hinchazón, tal vez haya observado que la piel está estirada o brillosa, o
que la piel permanece hundida después de presionarla durante 5 segundos por lo
menos.
Ese tipo de acumulación de líquido en ambas piernas,
incluido los pies, los tobillos, las pantorrillas y los muslos, pero sin otros
síntomas, puede deberse a muchas cosas. A veces, ocurre después de haber
consumido más cantidad de sal de lo normal el día anterior. El sobrepeso
también puede llevar a la hinchazón, igual que permanecer sentado o de pie
durante períodos extensos de tiempo y usar medias apretadas.
La hinchazón de las piernas es también un efecto secundario
de ciertos medicamentos, como los antagonistas del calcio, los corticosteroides
y los antiinflamatorios no esteroides.
Cuando el paciente es diagnosticado con un edema leve, sin
ninguna otra causa inquietante, el tratamiento posiblemente implique lo
siguiente:
· Perder peso.
· Hacer
ejercicio, tal vez con ejercicios acuáticos para que la presión del agua sobre
las piernas redistribuya los líquidos.
· Elevar las
piernas durante una o dos horas diarias.
· Minimizar la
ingesta de sal.
· Usar medias
de compresión para evitar la retención de líquidos.
· Ajustar
algún medicamento que pudiera contribuir al edema.
“En ocasiones, la causa escondida del edema puede ser más
grave”, explica el experto, “lo cual es particularmente cierto cuando la
hinchazón ocurre en una sola pierna o en conjunto con otros signos y síntomas,
como falta de aire, hinchazón abdominal o presión arterial alta”.
Las causas potencialmente graves del edema incluyen coágulos
sanguíneos en la pierna, problemas con el sistema linfático, enfermedad del
hígado o de los riñones, problemas con la tiroides, apnea del sueño,
malnutrición e insuficiencia cardíaca. En esos casos, el tratamiento se dirige
hacia la causa escondida y suele añadirse a las medidas terapéuticas antes
mencionadas.
“Lo recomendable en cualquier caso es hacer una cita con el
proveedor de atención médica para hablar acerca de los síntomas que presenta el
paciente, quien puede aclarar dudas y ofrecer alternativas de tratamientos”,
concluyó.
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